
El mar seguía picado, muy picado. Pero tenia ganas de nadar.
Betina salio a la mañana, coraje, coraje. 45 minutos. Yo me quedé en la playa, hice abdominales y espinales, interesante sesión, Belu, mi hija abdominaleó y espinaleó conmigo.
Hoy, porque esta crónica está siendo escrita al día siguiente, no me duele la panza. ¡Bien!
Por la tarde, como me había quedado calentito, decidí nadar. Traje de neoprene y manitos de neoprene. ¡La p... que lo parió! ¡Que duro que estaba!
Nadé primero hacia el norte. 400 metros en 20 minutos, dos veces me saco a la orilla, y nadaba agitado, haciendo fuerza. Picado, picado...
Toqué algo con mi mano derecha y dije, ya es hora de volver. Volví en 10 minutos.
y eso fue todo ayer...
PD. con la comida, un poco flojo, anteúltimo día de vacaciones, algunos permisos.
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